lunes, 2 de noviembre de 2009

RDN Capitulo 2 El entrenamiento

-¿Entonces, tú conoces al Gurú? ¿y no me lo habías mencionado? –Platicaba al otro día con Alex por teléfono.
-Pues yo no sabía que tu lo buscabas, ni si quiera tenía idea de que quisieras tocar el teclado.
-Alex, años de conocernos y ¿Nunca te habías percatado que soy un músico frustrado que estudia artes visuales? Pero en fin, dime como es “El gurú.”
-Pues como te lo he mencionado, él estudia con migo la licenciatura en comunicación, pero solo lo hace por tener un título, en realidad solo ama la música. No estudió la licenciatura en música porque no es muy afecto a la música clásica, está enajenado con el metal, sobre todo el power metal. Le gusta componer con pistas de computadora sus canciones, realmente considero que es un genio musical y como todo genio hay un precio que pagar, en su caso es una extraña incapacidad para socializar y mucho menos para expresar sus sentimientos excepto en su música.
-Sabes hoy tengo que verlo a las doce del día, me va a entrenar para tocar el teclado y, como sabes, pues yo no cuento con uno, al parecer tiene uno en su casa, o algo así me mencionó.
-Pues te deseo suerte porque sé que será un entrenamiento muy duro. Bueno debo irme León, nos vemos después y me cuentas qué tal te fue. Cambio y fuera.
-Sale Alex, gracias por los ánimos –Dije sarcásticamente.
Me preparé para irme hacia la soberana república del Fraccionamiento “Pitahayas”. Tomé un taxi y hacía un horrendo calor irradiado por un sol de un día de julio. Llegué a “Casas Kuma” Fraccionamiento “La chingada” y más allá. Bajé del Taxi pagando una cantidad enorme y claro, esas distancias costaban tal cantidad monetaria. Mis padres no estaban muy de acuerdo a que me uniera a un grupo de rock, sobre todo para mi padre. Para él eso era ya casi arrojar tu vida a la basura cuando te entregas al rock. Llegué a la casa del “Gurú” y me sorprendí que me esperaba afuera en su patio delantero, ya parado en un solo pie sobre un pedazo de tronco con un extraño traje de karateca y los ojos cerrados(cabe mencionar que la cinta negra le apretaba las lonjas, lo que provocaba que su pansa se desbordara). Realmente no sabía si reírme, echarme a correr o quedarme a ver qué diablos iba a pasar.
-León, como vez, al lado tuyo en el suelo hay un traje, eso debes usar para tu entrenamiento. –¡Qué demonios! ¿Acaso una broma? Era un traje de Bob Esponja.
-¡Ah no!, yo no voy a ponerme eso. –le dije
-¡Póntelo! No te estoy preguntando, prácticamente es una orden, tu quisiste pertenecer a mi grupo, debes aceptar todo.
Tuve la osadía de ponerme el estúpido traje y después dije. –Muy bien ¿ahora qué?.- Creía que al voltear se atacaría de la risa al ver lo ridículo que lucía portando tal cosa en sima. Pero me vió y seguía actuando igual.
-Ahora, observa el tapete que está abajo de ti –Voltee y vi un tapetito parecido al que usan en juegos de videos y efectivamente, estaba conectado a un cable que entraba por una ventana hacia dentro de la casa, y al parecer estaba conectado a alguna especie de consola. –Supongo que al menos conoces las notas. ¡Quítate los zapatos y con tu pie izquierdo descalzo aprieta el Do! –Hice inmediatamente lo que me pidió. Y al apretar la tecla sonó una nota dentro de la casa, así que precisamente el tapete pertenecía a alguna especie de consola.
¡Ahora aprieta el Si y posteriormente Sol y La. Después de nuevo Do-Sol-La! –Seguí esas notas - ¡Ahora con el pie derecho aprieta Re-Mi-Sol!
Así me tuvo una hora aproximadamente, apretando las notas que él me indicaba, no tenía sentido, ni si quiera estaba formando una melodía o algo parecido o acercado. Estaba ya harto y mojado de sudor. El maldito traje de Bob Esponja era incómodo y ese intenso sol no favorecía en nada.
-Muy bien, paremos, puedes quitarte el traje, pasemos a la casa –Me lo quité inmediatamente aventándolo y pasé al interior percatándome de que, efectivamente, el tapete en forma de teclas estaba conectado a una computadora y al mismo tiempo un teclado muy pequeño y básico. –Quiero enseñarte varias composiciones que he hecho y la que tú te vas a aprender para tocar en el ensayo. – Al escuchar sus canciones le di la razón a Alex, en verdad “El Gurú” era un genio en la música. Tenía unas composiciones de power metal que, bien tocadas, estaban al nivel de grupos europeos, aunque sí con unos extraños toques de mariachi y prehispánico. Posteriormente, apareció un programa en la computadora que tenía las teclas de un piano pequeño e iba indicando con un punto rojo la pieza a seguir y formaba una tonada. –Debes seguir la melodía. –La canción sonaba paso por paso lentamente para que yo la siguiera sobre el teclado. Obviamente eso me llevó otra hora, realmente era muy torpe pero yo creo que para ser una primera melodía no estaba tan mal. Tenía obviamente demasiadas trabas y “El Gurú” me regañaba y me reclamaba cada vez que fallaba, es decir unas dos veces por minuto. Pero está bien, aun así no estaba tan mal para ser mi primera melodía.
Terminando el ensayo de ese día, me senté en el suelo totalmente fatigado y le pregunté por el nombre de esa canción, y ahí comenzó a explicarme su chaqueta mental de porqué le había puesto ese título y que quería decir –Se llama “The gods were dressing in green” y eso quiere decir que Estados Unidos se siente el soberano del mundo y el verde lo han convertido en un tono de terror, ya que estos malditos soldados entran a todos los países como si fuera su casa y extorsionan al planeta entero. Y por eso debemos ponerle demasiada énfasis a esta canción, para transmitir los gritos y susurros de todos los héroes de nombre desconocido que perdieron su vida en la batalla contra los dioses verdes. –En ese momento, por como lo explicaba me imaginaba que casi le aparecía una bandera tras él mientras miraba el horizonte.
-Y a todo esto- pregunté como un niño curioso, sorprendido por tal choro mareador -¿Cuál será el nombre del grupo?
-“Daggra” –Contestó muy heroicamente.
-¿Y eso que quiere decir?
-Enemigo en Tibetano –¡Genial!, pensé. Este tipo mete mariachi y prehispánico, las canciones son en inglés, y el título es en tibetano, vaya coctel de lenguas. Esperaba que al menos el título fuera en español, o en Nahuatl o Maya. –Y es enemigo –Continuó con su discurso –Por que el humano es el peor enemigo del hombre mismo. Y hablando de enemigos, debemos ser mejor que ellos –Y desenrolló un poster de un grupo pachuqueño también de power metal llamado “Arwen Dagorlad”, yo no los conocía en persona, solo sabía de ellos porque eran realmente famosos en Pachuca y México. Salían en radio, en tele, en entrevistas, ya llevaban dos discos y además los tenía agregados a “My space”(de hecho ahí los había conocido más). –Estos son nuestros enemigos, debemos superarlos –Dijo con un gran desprecio y yo pensaba, ¡rayos! pues si hay que ser mejor pero ¿Porque tanto enojo?
En verdad “El Gurú” como todo genio tenía grandes delirios de grandeza, quería llegar en poco tiempo a Europa y hasta me dijo que fuera tomando ya clases de inglés, francés y alemán. Todos los días de la semana era el mismo entrenamiento, pisar en el tapete con el traje de Bob Esponja. Repetir la melodía en la computadora y de vez en cuando meditábamos en el patio. No tengo idea para que. Todos los días era a la misma hora, doce del día. Lo bueno es que estaba de vacaciones, hace un momento había yo mencionado que cursaba el cuarto semestre de la carrera, en realidad apenas iba a entrar en agosto al cuarto semestre. Así que no tenía problemas en asistir al entrenamiento, mi melodía la estaba haciendo cada vez mejor, ya para el quinto día “El Gurú”
me dijo que estaba listo para presentarme a un ensayo del grupo y conocer a los otros integrantes.

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