domingo, 17 de mayo de 2015

La resurrección de Freezer ¿Acto nostálgico o un inevitable fracaso?

La resurrección de Freezer ¿Acto nostálgico o un inevitable fracaso? León Cuevas
En el 2013 se estrenó “Dragon Ball, la batalla de los dioses”, la cual emocionó a miles de fans y al momento de estrenarla decepcionó al menos a la mitad. Ahora, para mayo, se espera el estreno de una nueva película de la afamada serie noventera titulada “La resurrección de Freezer”. Se trata precisamente del regreso de uno de los villanos que marcaron la serie de “Dragon Ball Z”. Lo que han dado a conocer es que, por medio de las esferas del dragón reviven al maligno y éste regresará lleno de rencor para tomar venganza de los dos súper sayayines que lo derrotaron, y además viene con más poder, pues ahora se volverá dorado (pareciendo un Ferrero Rocher).
Ante todo el protocolo propagandístico de lo que será el nuevo filme nos hace preguntarnos: ¿como para qué lo hicieron? Para que Akira Toriyama y su compañía sacaran más dinero, eso es evidente, pero ¿qué esperan ver los espectadores? Sin investigar mucho sobre la secuencia hasta la podemos deducir: Reviven a Freezer el gran villano, quien se prepara para enfrentarse a los oponentes que lo destruyeron, se aparece ante todos los personajes buenos de la serie para causar terror, intentará dominar la Tierra, habrá una gran batalla sangrienta, luego otras dos más, Freezer derrota a todos, le da una golpiza a Gokú, hace su transformación dorada y Gokú siendo entrenado por el villano de la anterior película (el dios que parece perro chihuahua morado), se repondrá y utilizará su máximo poder para matar a su oponente. Luego buscarán de nuevo las esferas del dragón para reconstruir la tierra, revivir a Krilin, restaurar la paz, regresar el amor y demás sandeces. No es necesario conocer la trama, ni ver la película; se puede especular muy fácil lo que va a pasar porque la serie demostró una sucesión de estereotipos que se repitieron una y otra vez, sólo que con diferentes situaciones y villanos. También nos hace cuestionar que sacar otra cinta más de la saga resulta tan inútil como todas las continuaciones que hacen de películas como “Rápido y Furioso” o “Terminator” Así, debemos aceptar una cruda verdad aunque duela, la época de Dragon Ball ya fue, lo que se está presentando ahora son residuos nostálgicos, además de ser un negocio bastante lucrativo. Pero está bien, por otro lado, mientras haya fanáticos y gente enloquecida por ver la película, se vale que vayan disfrazados o con playeras de Gokú, pues la esencia de Dragon Ball seguirá viva, en la nostalgia, pero viva.

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