Es
tan fácil
que los
cuervos
colgados
dejen condones
en
cada árbol cada paso
es tan fácil
por
excelencia seductores
es
tan fácil
y
fácilmente caen gorriones
petirrojos
albatros,
loros, halcones
pero es difícil
cuando
arriba a un árbol
la
presencia de un cuervo blanco
si con
el pico
de
la memoria
rompe
el hilo negro
porte
albino irrumpe
el cuero
de rapaces a canarios
frenan
vuelo si lo ven volar
su
alzar de alas
parpadea
inusual
es polémico
anarquista
de
elegancia irregular
no
entiende de omegas o alfas
la
nomenclatura le es extraña
como
un extraño eco de quetzal
un reloj
descompuesto
que palpita
al cielo
y
ningún pájaro sabe actuar
incapaces
de labrar el mármol
mármol
duro como el cristal
que
revuelva en duda a la obsidiana
como
una enferma potestad
seducción
deslavada
propuesta
menguante
de
un plumaje gallardo
pero
es difícil de sublimar
a la
vista arcaica
la
que tan fácil cae al cuervo negro
café sin azúcar
destiñe el telón
tenebrosa
de ósmosis
y
lúcida estructural
y
así el cuervo blanco emigra
así solitario
se va
se
va que las aves le miran
volando
un sórdido zig-zag
se
aleja con la duda
dejando
pálidas
las
huellas y las plumas
dudando
lejos en regresar
un
cuervo blanco jamás trazará una línea
trazará
forjando un abandono
una
circunferencia irregular
una
que empieza en alguna orilla
palideciendo
FÁCILMENTE el altamar…