En la clase que daba Banksy
solo aceptaba a doce alumnos por curso
el pacto era tomarla sin develar a nuestro maestro
pero alguien rompió dicho pacto y estando en la última
clase
Banksy cantó un placebo:
Tomad y pintad todos de él pues este spray es
mi sangre y esta lata es mi cuerpo
callados
soportábamos la presión sobre nuestra espalda– –reventaban nuestros
órganos en una sinfonía irreversible
entonces llegó la Interpol ¡todos pecho tierra!
orinábamos el terror
Banksy supo ocultar la cara
ante el poder judicial
los guardias lo llevaban encapuchado y con
una expresión insólita
como avatar en
cautiverio cautivo y ausente
ausentado de arbitrariedad
el
viento jugueteaba con sus invisibles gestos
Mientras tanto nos quedamos en círculo por minutos que se
derritieron en periodos nos
mirábamos las caras alguien
había sido el delator
traté de hacer una sopa con mis ideales
estaba
tan mareado que no podía concentrarme
mi mente estaba saturada después de aclarar el
Edén
y la anatema palpitaba de mi pecho conectando con los
bolsillos de mi pantalón
el
corazón latía cerca de mi entrepierna y aceleraba la canción cruel
metí
mi mano limpia al pantalón
saqué
un puñado de sangre y oro
mis compañeros de clase
me
señalaron
y se
levantó el telón del juicio
me
miraba fijamente un juez color vino
su
mirada era más agria que un
Lunes
Azul
en un extremo estaba
parado mientras me apuntaba un reflector
al otro lado logré
ver a Banksy de espaldas bajo el vientre materno del juez
entre el jurado
estaban La reina Isabel ll El
Papa Francisco l
Donald Trump Tony Blair y Benito
Mussolini
todos gritando
CULPABLE tras guitarras eléctricas y cantos de misa
Banksy entre
humillaciones se terminó por derretir
ahora el juzgado me
veía,
a mi espalda, una esquina del mundo, saqué todo el oro de mi bolsillo
izquierdo y lo arrojé al escusado del
bolsillo derecho saqué una soga
desde la esquina pude ver que apareció un
esténcil con aerosol en forma de cruz pintado con todos los
tonos del planeta
su sombra aterrorizó desde
Inglaterra a El Vaticano
occidente abrazó un incendio
ya solo faltaba concluir
esta historia me amarré la soga al
cuello y me dejé caer
entre mis últimos segundos
de asfixia logré escuchar al viento en soprano
todo fue eterno en lo último yo dormí el mundo me señaló
y
Banksy resucitó al tercer día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario