martes, 4 de diciembre de 2018

Sediento



Menguando tengo un astro entre mis manos
cansado siervo del alba en la prosa
agitando sus branquias arenosas
en suspiros mis dedos lo atraparon

Cayendo al cielo venció cuatro planos
piloto rebelde de tez celeste
con tragos de luz venció a la peste
y bajo la tierra en el vapor mundano

En el desierto padeció de frío
cobijándose entre los dos mares
polarizado en sales hasta el río

Sediento y seco en las tibias corrientes
nadó burlado en sabor de menta
raspando lagos en cuencas dementes.