lunes, 16 de noviembre de 2009

RDN Capitulo 4 Un individuo singular


Entrando a la casa parecía ser otra dimensión, era un sitio con poco espacio y con muchos triques amontonados, se veía que vivían varias personas. Nos había abierto un señor regordete de bigote grueso con una playera del equipo de fut bol “Los tuzos del Pachuca” y shorts un poco sucios. Nos recibió, mientras comía una tostada con crema y con la boca llena de alimento dijo –Oscar está durmiendo en su habitación váyanlo a despertar para que le den al ensayo. “El Gurú” y Gael dejaron los instrumentos en los sillones de la sala que eran de terciopelo rojo y algo maltratados. La estancia de la sala era la primera de la casa. Estaban los sillones, una pequeña mesa de centro, una televisión y en sima una maseta y figuras de plástico de las que salen en las frituras y las galletas. La siguiente estancia era el comedor, era una mesa larga, de ahí se dirigían tres estancias, hacia enfrente la cocina, y a la derecha el patio y mas a la derecha otro pasillo que conducía a los cuartos. Nos dirigimos precisamente a ese pasillo, al fondo estaba una de las habitaciones, dentro de este había dos literas, varias montañas de ropa encimada, y justo en medio de las cuatro literas en el suelo acostado sobre un periódico había una figura con una sudadera de capucha cubriéndole la cabeza en posición fetal como un vagabundo en el quinto sueño. ¿Porque estaría dormido en un periódico habiendo dos literas desocupadas?
-No te preocupes ahorita lo despertamos, tenemos un palo oficial para hacerlo, siempre pasa lo mismo –Dijo “El Gurú” agarrando un palo de escoba en una esquina del aposento.
-¿Él es? –Le pregunté a Gael
-Es “Orgas” el bajista del grupo, en realidad se llama Oscar pero todos los Oscar del mundo están condenados a ser “Orgas”.
-¿Ah sí? ¿Quién inventó eso? –Pensando yo en que era una ley oficial del registro o algún sobre nombre ancestral como decirle Pepe a los José.
-Pues se nos ocurrió un día y ya así quedó por siempre el Orgas. –Contestó Gael con un tono despreocupado que provocaba risa.
“El Gurú” picó al individuo con el palo de escoba. -¡Orgas, levántate ya es hora de ensayar! ¡Ándale ya pinche Orgas! –La figura se levanta con un ojo pegado todavía, tenía una barba algo larga, despeinada y llena de doritos y trozos de comida. Se veía que estaba casi ahogado en una densa cruda. Se quitó la capucha de la sudadera dejando salir una cabellera china, sucia y extremadamente despeinada. –Orgas, él es León, el nuevo integrante del grupo, será el tecladista –Nos presentó “El Gurú”. Orgas me vió como si fuera un bicho raro, y de manera desganada me tendió la mano.
Los tres nos dirigimos hacia afuera del pasillo y de ahí al patio. Este era largo y al fondo había otro cuarto donde se escuchaba un baterista ensayando, el gran sitio del ensayo. Al abrir la puerta era un lugar donde las paredes estaban forradas de cajas de huevo, periódicos y algunos posters de grupos como “Los Ramones” y “AC/DC”, en la pared de fondo había un -chavo vestido de gorra, con una playera negra y una estrella roja y unas bermudas verdes y un toque estilo “Hard core”. Él estaba ya ensayando en la batería y junto a él parada una chica de cabello castaño claro, tez clara y ojos verdes. Vestida con una chamarra de cierre azul ajustada también estilo “Hard Core” y unos jeans azules rotos. Estaba recargada en la pared viendo al vacío. Al lado derecho del cuarto estaba el tecladito que reconocí inmediatamente, era con el que había entrenado.
En lo que terminábamos de entrar “El Gurú”, Orgas y yo; Gael había ido por los instrumentos que habían dejado en los sillones. –León, él es Daniel, el baterista temporal del grupo, y ella es Liz, la hermana de “Orgas” – No se parecían mucho, es lo primero que pensé.
Tardamos cinco minutos en acomodarnos antes de darnos cuenta de que no había luz. Y “Orgas! dijo –Yo me encargo –Salió del cuarto y no sé porque todos fuimos tras él como si hubiese algo instintivo, menos Daniel, quien siguió practicando. Nos dirigimos afuera de la casa y “Orgas” se subió a un poste con una vara en la mano izquierda.
-¡Con cuidado “Orgas”! –Le gritó Liz preocupada mientras ajustaba él, con un palo, un diablito en los alambres –Siempre pasa lo mismo me dijo ella
-¿Les cortaron la luz? –Le pregunté
-En realidad llevamos dos años sin luz, este diablito nos ha mantenido iluminados. Mi hermano se encarga de mantenerlo bien aprensado a la corriente eléctrica para que no nos falte la energía en el hogar. –Dios, era algo difícil de asimilar, uno que ha vivido con luz y corriente eléctrica normal en su casa sin necesidad de llegar a tales extremos. Lo extraño era que si llevaban dos años haciendo esto le preocupara a ella que su hermano el vago se subiera al poste como si fuera niño chiquito o como si fuera la primera vez que lo hacía.
En fin, posteriormente al pintoresco suceso, Gael le preguntó a “Orgas” -¿Oye carnal, tienes el disco que te encargué?
-No mames carnal créeme que se me olvidó –fue la primera vez que le oí emitir una palabra al sujeto, freí que no hablaba. Sin ser mal pensado de repente lo veía como una especie de homínido traído por una máquina del tiempo y atrapado en el presente.
-Pero carnal, te lo pedí desde hace dos semanas y hoy te hablé por tu celular y ni tus luces –Contestó Gael un tanto indignado.
-Lo que pasa es que hoy me enojé con mi celular, porque no salía un puto mensaje que quería enviar y entonces dije, “maldita porquería capitalina, nos mantienes presos entre tus teclas” y lo aventé porque pensaba que no lo necesitaba y cuando lo vi en el suelo todo desarmado me di cuenta de que si lo necesitaba –Dijo con un rostro de perrito regañado y desahuciado. –Es que putas porquerías tecnológicas, te mantienen atado a un sistema. Yo no quiero ser una marioneta del capitalismo, pero maldita sea, son demasiado necesarias.
-Bueno, ¿y a todo esto cuando me das ese disco? –preguntó Gael con pocas esperanzas.
-No mames carnal, luego en serio. –“Orgas” tenía una voz muy liviana, despreocupada y decía muchas cosas de él, se notaba que era un pensador de izquierda con muchas ideas revueltas.
Ya en el cuarto estábamos listos para ensayar y “Orgas” se quitó la playera, de pronto lo miré algo desconcertado y me dijo que siempre lo hacía en este ensayo y en el ensayo de su otra banda “La pisca”. –Tienes que vernos ensayar pinche Alfredo, “La pisca” somos la ley. –Dijo con ese tono jovial y despreocupado.
-Me llamo León, no Alfredo
-Como sea Juan
-¡León!
-Si León –Soltando una carcajada –Nunca había escuchado que alguien tuviera nombre de animal. –Ese comentario me desconcertó por lo directo y honesto, creo que él no callaba lo que pensaba. –Te iré presentando a los de mi banda León, somos una manada, una familia. De hecho Daniel, que ahora nos ayuda en la batería, toca la guitarra ahí con nosotros, él es mi hermano prácticamente.

-Oye, ¿Y que tocan? –Pregunté inmediatamente antes de que se pusiera fraternal.
-Pues no sé, es como “Rock urbano”, es como “Hard core”, no se, nosotros solo hacemos música y eso es lo que nos basta.
-Bueno, basta de charlas, tenemos que ensayar –Interrumpió “El Gurú”. No entiendo porqué la urgencia de sobre salir debe ser parte del sueño de cualquier genio artístico.
Comenzamos y obviamente todos iban coordinados, menos yo, estaba totalmente a destiempo, trataba de acoplarme pero no tenía ni idea de cómo, me sentía como extraviado. “El Gurú” que no hacía nada, parecía más bien estarnos dirigiendo. Paró a todos y me preguntó agresivamente qué que me pasaba. –No lo sé –Dije horriblemente intimidado.
-Te puse a entrenar para que llegaras preparado chingada madre ¿Que no puedes ni acoplarte al ritmo o que chingados?
-Aguanta Honda –Intervino “Orgas” en pos de defensa -es su primer ensayo cabrón, obviamente le va a costar integrarse bien, no empieces con tus gritos o lo vas a correr como a los demás integrantes que han querido pertenecer. –Vaya, no debo juzgar a las personas por su apariencia- pensé. Yo visualizándolo como un homínido salvaje mientras que él ya estaba defendiéndome sin conocerme ni juzgarme.
Posteriormente en la canción “The gods dress in green” tocaba el turno de que entrara la voz. El vocal era el mismísimo “Gurú” y comenzó soltando un grito des afinadísimo que supongo yo él pensaba que era muy armónico. Creí que hasta las ventanas se iban a romper. Comenzó a cantar, claro si a eso se le llamaba cantar, se supone que todo vocalista de grupo debía vocalizar antes para que no pasara esto.
El ensayo fue un poco tortuoso, dos horas muy densas para mí. No imaginaba tener que pasar por esto pero una voz interior me decía que no me desanimara, que debía comenzar desde abajo. “El Gurú” era muy duro y sentía que exigía mucho y aportaba poco con esa voz tan desafinada. Al salir del cuarto, tenía la cabeza gacha, estaba desconcertado, había sido un suceso mucho más difícil que los entrenamientos. “Orgas” llegó y me puso la mano en el hombro. –No te desanimes, todos empezamos así, pregúntame tan solo cómo me regañaba cuando me equivocaba o pregúntale a este cara de pito –Dijo señalando a Gael
-Si carnal, a todos nos tocó bien rudo –Me dijo Gael con su tono siempre atento y agradable.
-No importa qué tanto te regañe, mientras tú puedas progresar. –Continuó “Orgas”. Aún con los ánimos de ellos dos que con mucho afecto se les agradecía, no podía dejar de sentirme mal, cansado y hasta con el estómago revuelto. Mi primer ensayo, algo duro y un tanto frustrante.
Nos dirigimos para tomar el camión de regreso, Gael, “El Gurú” y yo. –Menos mal que aún hay luz, al momento que se oculta el sol dejan de pasar los camiones –Dijo Gael justo cuando íbamos subiendo al transporte, antes de subirme yo miré al horizonte repleto de la escasa luz del atardecer, no imaginaba cruzar caminando todo ese estrecho pantanoso en la oscuridad de la noche.

lunes, 2 de noviembre de 2009

RDN Capitulo 3 Gael el señor de las cuerdas

La cita era media hora antes de a las cuatro de la tarde, precisamente hora en la que ensayaban, así que “El gurú” me entrenaba de doce a dos y de ahí se iba al lugar donde ensayaban, hacia una colonia recóndita de Pachuca llamada “El venado” poco conocida pero llena de misterios y leyendas urbanas. Algunos decían que era una parte de la ciudad poco civilizada, otros contaban que aún había partes que eran pantanosas y hasta se rumoraba de un criadero de cocodrilos. No estaba tan lejos como “Fraccionamiento Pitahayas” que ya era más que nada una aldea urbana, casi le faltaba tener su propio sistema y régimen. Pero “El Venado” era más extraño, tanto había escuchado de ese lugar que ya me entraba una gran curiosidad por saber si era verdad todo eso.
Estaba ya en la parada de autobuses en donde habíamos quedado de vernos así que me encontraba parado esperando a que llegara. Vi al “Gurú” aproximarse a lo lejos acompañado de un tipo también de pelo largo, moreno de buena complexión y forrado de negro, tenía una chamarra de piel que se le veía muy de motociclista o “moto rocker” y tenía varias cicatrices en la cara. Todo le daba una apariencia clara de ser un tipo rudo. Iba cargando una guitarra y “El Gurú” una tarola de batería.
-Hola León, te presento a Gael, él es el guitarrista
–Que onda, mucho gusto.- le estreché la mano.
-Que onda –Respondió con una voz agradable.
-Bueno, basta de charlas, se aproxima el camión hacia “El venado”-Dijo el gordito con su voz chistosa en un tono muy apático.
Al subir al autobús me senté con Gael, y tenía dos minutos de haberme conocido cuando ya me estaba contando su vida personal con su pareja. –Mi mujer y yo nos hemos llegado al extremo de golpearnos – me dijo, yo no entendía si le levantaba mucha confianza o siempre lo hacía con todos los que conocía. –Es amor, realmente es amor, pero muy agresivo, yo en verdad la quiero pero al parecer los golpes marcan una especie de medida en nuestra relación. De hecho la conocí porque le pegué sin querer en la cara en medio de una golpiza dentro de un evento de rock. Después la agarré antes de que se cayera por el impulso y al sostenerla en ese fragmento de segundo en medio de la guerra la vi a los ojos y supe que la amaba. Saqué papel de baño para limpiarle la sangre y le pedí disculpas y de ahí nació el amor y llevamos tres años pasándola increíble. Solo que cuando se enoja y se alborota me empieza a golpear incluso una vez en su casa me dio en la cabeza con la sartén por eso traigo esta cicatriz en la frente, me la abrió con ese golpe pero después fue muy linda porque me atendió y me sanó la herida.
-Vaya amor el de ustedes –Comenté sorprendido y como niño pequeño seguía preguntando -Tus otras cicatrices ¿También son por problemas amorosos?
-No mi hermano, ve, esta que tengo en la nariz fue cuando me pelee con mi hermano, me dio un golpe y me rasgó con su anillo de matrimonio, no tengo idea como pasó pero así me quedó la marca. ¿Y vez esta cicatriz en la barbilla? esa fue una noche que me pelee con siete tipos, uno incluso llevaba un tubo que se lo quité en dos movimientos, una patada y un empujón. ¿Y vez esta otra cicatriz en el brazo? –Dijo quitándose una pulsera de picos en la muñeca izquierda. Precisamente le atravesaba de la muñeca hasta el brazo. –Esta me golpearon con un pedazo de la defensa de un bocho.
-Porque te golpeas tanto ¿Te gusta buscar líos?
-No, los problemas me llegan solitos, lo bueno es que desde que era niño entreno un buen de cosas: “tae kwan do”, “kick boxing”, “ninjitzu”, “kung-fu” y pues la verdad ya me gustó este asunto de pelearme, ¿ahora entiendes porque madree a siete cabrones que se andaban pasando de listos con una chica?.
-¿Conocías a la chica?
-No, yo solo iba pasando y vi que la acosaban, entonces me metí a defenderla, desde ahí me ella me ama pero lo malo es que soy hombre de una, aunque de vez en cuando me escapo a escondidas para ver a esta chica y le doy sus besotes. –soltó una carcajadilla agradable.
-¿En qué año naciste Gael y desde que edad entrenas todo eso?
-Soy del 85 carnal, entreno desde los seis años y a partir de los veinte comencé a dar clases, de hecho de eso vivo, doy clases de “tae kwan do” y “ninjitsu” en diferentes “doyos”. Ya que yo no estudio, me quedé a mitad de la preparatoria y después me valió madres la escuela.
-Vaya, yo también soy del 85, somos del año del terremoto de México. De hecho yo nací en abril y en septiembre esa catástrofe hizo que mi Mamá se viniera a vivir con migo a Pachuca. Se divorció de mi papá y él se quedó allá. Y cuando yo tenía 5 años mi mamá se volvió a casar con otro señor al que ahora también llamo papá, cuando tenía diez años tuvieron una bebé, que chistoso, tengo dos padres, al biológico lo veo seguido, lo suelo visitar al Distrito Federal – ¡Increíble! esa historia no la suelo contar a nadie a la primera de conocerlo, así que también me estaba desenvolviendo con Gael. Quería decir que empezaba a haber un lazo de amistad bueno.
-¿Y qué se siente tener dos papás carnal?
-Es extraño, el papá de aquí a veces lo siento un poco ajeno a mí, a veces es muy poco afectuoso. Algún tiempo nos llevábamos muy mal y hasta tuvimos que ir a un psicólogo familiar, pero ahora ya es mejor nuestra relación aunque él no está muy de acuerdo en que me meta a un grupo de “rock”, teme a que deje mis estudios –En eso voltee como involuntariamente a ver de reojo al “Gurú” a ver si estaba escuchando porque a mi mente llegó esa pregunta “¿Te atreves a dejarlo todo por la música?” Iba sentado mirando al vacío con su pose de brazos cruzados y su cara de pocos amigos. Jamás supe si escuchó lo que platiqué con Gael.
-Oye carnal ¿Y a que te dedicas? –Preguntó Gael pero en eso el camión dio la vuelta hacia dónde íbamos a bajar. Justo como lo habían contado, “El venado” era una dimensión paralela, un umbral entre la civilización y el pantano. El camión nos llevaba por una carretera bien pavimentada, pero a los lados se veían terrenos de agua estancada, al fondo de la carretera ya se veían casas. El camión llegó precisamente ya donde estaban las viviendas y “El Gurú” nos dijo que nos bajáramos con ese tono frío y chistoso.
-Perdón carnal –Le dije a Gael –No te dije a que me dedicaba porque pues no conocía “El venado” y pues me quedé..
-¿Te quedaste sorprendido carnal? –Me robó la palabra como si leyera la mente –No te preocupes, varios que nos han acompañado hasta este lugar se quedan igual.
-Pero bueno –Seguí, yo me dedico a dibujar y pintar, amo el arte y estudio la licenciatura en artes visuales.
-Que chido carnal ¿No traes dibujos?
-No carnal te los debo, pero así como tus pasiones son las peleas, mi pasión es el dibujo, la pintura y el cómic.
-De hecho mis pasiones son las artes marciales, esta guitarra y mi señora que por algo la amo, me ayuda a entrenar cuando estamos enojados –Los dos soltamos una carcajada y posteriormente sacó su guitarra eléctrica de su estuche, era genial, el diseño y la forma. Después se puso a tocarla, la manejaba con una fluidez increíble, como si estuviera manejando cualquier cosa hacía unos requintos geniales. Tenía bastante talento. En eso “El Gurú” interrumpió -¿Alguien quiere pasar a la tienda antes de que entremos a la casa del “Orgas”? La verdad yo quiero mi “Gansito” si no, no estoy feliz en el ensayo. –Dijo con un tono algo gracioso que no podía yo creer.
-Yo te acompaño- dijo Gael y los dos se metieron a la tiendita de la esquina y al salir fue un suceso demasiado gracioso “El Gurú” con su cara de “no me toques porque pego” comiéndose su “Gansito” y Gael con su apariencia de asesino, con chamarra de cuero, pulseras de picos y cicatrizado por todo el cuerpo, bebiendo un juguito “Jumex” de mango. Yo tenía inmensas ganas de soltarme a carcajadas.
Nos aproximamos a la casa donde íbamos a ensayar, la casa del “Orgas”. Estaba yo a punto de conocer el espacio que iba a darle un giro a mi vida y que marcaría los próximos días de mi existencia.

RDN Capitulo 2 El entrenamiento

-¿Entonces, tú conoces al Gurú? ¿y no me lo habías mencionado? –Platicaba al otro día con Alex por teléfono.
-Pues yo no sabía que tu lo buscabas, ni si quiera tenía idea de que quisieras tocar el teclado.
-Alex, años de conocernos y ¿Nunca te habías percatado que soy un músico frustrado que estudia artes visuales? Pero en fin, dime como es “El gurú.”
-Pues como te lo he mencionado, él estudia con migo la licenciatura en comunicación, pero solo lo hace por tener un título, en realidad solo ama la música. No estudió la licenciatura en música porque no es muy afecto a la música clásica, está enajenado con el metal, sobre todo el power metal. Le gusta componer con pistas de computadora sus canciones, realmente considero que es un genio musical y como todo genio hay un precio que pagar, en su caso es una extraña incapacidad para socializar y mucho menos para expresar sus sentimientos excepto en su música.
-Sabes hoy tengo que verlo a las doce del día, me va a entrenar para tocar el teclado y, como sabes, pues yo no cuento con uno, al parecer tiene uno en su casa, o algo así me mencionó.
-Pues te deseo suerte porque sé que será un entrenamiento muy duro. Bueno debo irme León, nos vemos después y me cuentas qué tal te fue. Cambio y fuera.
-Sale Alex, gracias por los ánimos –Dije sarcásticamente.
Me preparé para irme hacia la soberana república del Fraccionamiento “Pitahayas”. Tomé un taxi y hacía un horrendo calor irradiado por un sol de un día de julio. Llegué a “Casas Kuma” Fraccionamiento “La chingada” y más allá. Bajé del Taxi pagando una cantidad enorme y claro, esas distancias costaban tal cantidad monetaria. Mis padres no estaban muy de acuerdo a que me uniera a un grupo de rock, sobre todo para mi padre. Para él eso era ya casi arrojar tu vida a la basura cuando te entregas al rock. Llegué a la casa del “Gurú” y me sorprendí que me esperaba afuera en su patio delantero, ya parado en un solo pie sobre un pedazo de tronco con un extraño traje de karateca y los ojos cerrados(cabe mencionar que la cinta negra le apretaba las lonjas, lo que provocaba que su pansa se desbordara). Realmente no sabía si reírme, echarme a correr o quedarme a ver qué diablos iba a pasar.
-León, como vez, al lado tuyo en el suelo hay un traje, eso debes usar para tu entrenamiento. –¡Qué demonios! ¿Acaso una broma? Era un traje de Bob Esponja.
-¡Ah no!, yo no voy a ponerme eso. –le dije
-¡Póntelo! No te estoy preguntando, prácticamente es una orden, tu quisiste pertenecer a mi grupo, debes aceptar todo.
Tuve la osadía de ponerme el estúpido traje y después dije. –Muy bien ¿ahora qué?.- Creía que al voltear se atacaría de la risa al ver lo ridículo que lucía portando tal cosa en sima. Pero me vió y seguía actuando igual.
-Ahora, observa el tapete que está abajo de ti –Voltee y vi un tapetito parecido al que usan en juegos de videos y efectivamente, estaba conectado a un cable que entraba por una ventana hacia dentro de la casa, y al parecer estaba conectado a alguna especie de consola. –Supongo que al menos conoces las notas. ¡Quítate los zapatos y con tu pie izquierdo descalzo aprieta el Do! –Hice inmediatamente lo que me pidió. Y al apretar la tecla sonó una nota dentro de la casa, así que precisamente el tapete pertenecía a alguna especie de consola.
¡Ahora aprieta el Si y posteriormente Sol y La. Después de nuevo Do-Sol-La! –Seguí esas notas - ¡Ahora con el pie derecho aprieta Re-Mi-Sol!
Así me tuvo una hora aproximadamente, apretando las notas que él me indicaba, no tenía sentido, ni si quiera estaba formando una melodía o algo parecido o acercado. Estaba ya harto y mojado de sudor. El maldito traje de Bob Esponja era incómodo y ese intenso sol no favorecía en nada.
-Muy bien, paremos, puedes quitarte el traje, pasemos a la casa –Me lo quité inmediatamente aventándolo y pasé al interior percatándome de que, efectivamente, el tapete en forma de teclas estaba conectado a una computadora y al mismo tiempo un teclado muy pequeño y básico. –Quiero enseñarte varias composiciones que he hecho y la que tú te vas a aprender para tocar en el ensayo. – Al escuchar sus canciones le di la razón a Alex, en verdad “El Gurú” era un genio en la música. Tenía unas composiciones de power metal que, bien tocadas, estaban al nivel de grupos europeos, aunque sí con unos extraños toques de mariachi y prehispánico. Posteriormente, apareció un programa en la computadora que tenía las teclas de un piano pequeño e iba indicando con un punto rojo la pieza a seguir y formaba una tonada. –Debes seguir la melodía. –La canción sonaba paso por paso lentamente para que yo la siguiera sobre el teclado. Obviamente eso me llevó otra hora, realmente era muy torpe pero yo creo que para ser una primera melodía no estaba tan mal. Tenía obviamente demasiadas trabas y “El Gurú” me regañaba y me reclamaba cada vez que fallaba, es decir unas dos veces por minuto. Pero está bien, aun así no estaba tan mal para ser mi primera melodía.
Terminando el ensayo de ese día, me senté en el suelo totalmente fatigado y le pregunté por el nombre de esa canción, y ahí comenzó a explicarme su chaqueta mental de porqué le había puesto ese título y que quería decir –Se llama “The gods were dressing in green” y eso quiere decir que Estados Unidos se siente el soberano del mundo y el verde lo han convertido en un tono de terror, ya que estos malditos soldados entran a todos los países como si fuera su casa y extorsionan al planeta entero. Y por eso debemos ponerle demasiada énfasis a esta canción, para transmitir los gritos y susurros de todos los héroes de nombre desconocido que perdieron su vida en la batalla contra los dioses verdes. –En ese momento, por como lo explicaba me imaginaba que casi le aparecía una bandera tras él mientras miraba el horizonte.
-Y a todo esto- pregunté como un niño curioso, sorprendido por tal choro mareador -¿Cuál será el nombre del grupo?
-“Daggra” –Contestó muy heroicamente.
-¿Y eso que quiere decir?
-Enemigo en Tibetano –¡Genial!, pensé. Este tipo mete mariachi y prehispánico, las canciones son en inglés, y el título es en tibetano, vaya coctel de lenguas. Esperaba que al menos el título fuera en español, o en Nahuatl o Maya. –Y es enemigo –Continuó con su discurso –Por que el humano es el peor enemigo del hombre mismo. Y hablando de enemigos, debemos ser mejor que ellos –Y desenrolló un poster de un grupo pachuqueño también de power metal llamado “Arwen Dagorlad”, yo no los conocía en persona, solo sabía de ellos porque eran realmente famosos en Pachuca y México. Salían en radio, en tele, en entrevistas, ya llevaban dos discos y además los tenía agregados a “My space”(de hecho ahí los había conocido más). –Estos son nuestros enemigos, debemos superarlos –Dijo con un gran desprecio y yo pensaba, ¡rayos! pues si hay que ser mejor pero ¿Porque tanto enojo?
En verdad “El Gurú” como todo genio tenía grandes delirios de grandeza, quería llegar en poco tiempo a Europa y hasta me dijo que fuera tomando ya clases de inglés, francés y alemán. Todos los días de la semana era el mismo entrenamiento, pisar en el tapete con el traje de Bob Esponja. Repetir la melodía en la computadora y de vez en cuando meditábamos en el patio. No tengo idea para que. Todos los días era a la misma hora, doce del día. Lo bueno es que estaba de vacaciones, hace un momento había yo mencionado que cursaba el cuarto semestre de la carrera, en realidad apenas iba a entrar en agosto al cuarto semestre. Así que no tenía problemas en asistir al entrenamiento, mi melodía la estaba haciendo cada vez mejor, ya para el quinto día “El Gurú”
me dijo que estaba listo para presentarme a un ensayo del grupo y conocer a los otros integrantes.

jueves, 29 de octubre de 2009

Redada Nocturna: Capitulo 1 En busca del Gurú

Si, estaba yo en esa colonia tratando de buscar la casa número 402, con los pies cansados y el corazón roto otra vez. Llevaba en la mano ese cartel que decía “Se solicita tecladista”, ya había hablado al número para ponerme en contacto con quien solicitaba al músico, y una voz chistosa me había citado en esa casa, a esa hora de la noche en una fiesta. Así que ahí me tienen, por la colonia Campestre, lugar en la ciudad de Pachuca que se identifica por ser un sitio bastante fácil para perderse porque todas las casas son iguales, en fin, bajo la luna llena seguía buscando entre faros, puestos de hamburguesas y vendedores de tamales, la maldita casa #402, seguramente si era fiesta, debía haber ruido a dos cuadras y mucha aglomeración de carros. Pero el problema es que la numeración iba en 339 y de repente me salía la 410, como si no existieran números intermedios. ¿Quién demonios no se desespera en esa situación?. Además el individuo no me dijo nombre de calle, solo me dijo- por la farmacia y la primaria.- Y ni siquiera mencionó el nombre de la escuela porque no se acordaba, solo me dijo que llegando a la fiesta preguntara por “El Gurú”. Me decidí preguntarle a un señor que iba pasando en la calle porque mi conciencia me dijo: preguntando se llega a Roma.
El señor dijo-¿Cual 402? Existen aproximadamente como unas 16 colonias o mas (unas muchas colonias) , y todas abarcan numeraciones extensas, de 90 a 500, y dicen que Pachuca es chico.
-Me dijeron que por la farmacia y la primara.
-¡Ha! debe ser la primaria de Santa María del sagrado corazón-Dijo ya ubicando el sitio. -Mire joven, vallase así donde estoy señalando y luego a la derecha, luego a la izquierda dos veces, luego de nuevo a la derecha, de ahí derecho, dobla a dos calles a la izquierda y verá la farmacia, entre esas abarcan una numeración del 300 al 500 y justo por ahí está la primaria.
¡Puta madre! quedé igual en blanco, pero le di las gracias de todos modos. Seguí donde me había señalado, a ver a donde me llevaba.
Por gracias divinas supe dar con el sitio y había tres elementos: la farmacia, la primaria y el ruido que me guiaba. ¡Por fin! 402, la casa estaba llena de autos afuera, borrachos y parejas fajando o peleándose. Como todo anti social, me daba mucha pena pasar en un lugar con tanta gente desconocida y no tiene que ver con aspectos agorafóbicos, simplemente a cualquiera le da pena entrar en un lugar con tanta gente que nunca ha visto, de todos modos, siempre me he considerado un anti social. Pero aguantando mi timidez me acerqué a la puerta donde había un tipo ebrio sentado, casi tirado. Le dije –¿Quién es el Gurú?
-No sé bien –dijo con una voz desganada –Pregúntale al Chicarcas
¡Genial! ahora debía de buscar quién era el Chicarcas para que me dijera quién es el Gurú. Me adentré a la casa atascada de gente y mi timidez aumentaba, aunque la multitud ni si quiera se había percatado de mi llegada, cada quien estaba en su rollo. Pregunté por el famoso Chicarcas y me lo presentaron, al parecer era el dueño de la casa y de la fiesta. No sabía si era cumpleaños suyo o algo, yo solo era un colado, un pasajero. El individuo tenía una cara de naco que no se la aguantaba pero se veía que era una gente agradable. Me señaló por fin al buscadísimo Gurú. Detrás de mucha gente se visualizaba un gordo chistoso, barbado y de pelo largo que estaba sentado en una esquina sin platicar ni socializar con nadie, solo tenía cruzados sus brazos. Tenía una expresión de fastidio y aburrimiento que se notaba que estaba ahí a la fuerza. El Chicarcas me ofreció un vaso de cerveza y solo contesté –Sí, qué más da, muchas gracias.- Me aproximé al gordo y le dije quién era yo. –Me llamo León y vine a responder a tu llamado. –Le enseñé el letrero arrugado donde anunciaba la solicitud.
-¿Sabes tocar teclado? –Fue lo primero que me preguntó con esa voz chistosa que identifiqué.
-Toco “Martiníllo”, “Estrellita donde estas” y la canción de “Los changuitos.”
-¿Porque quieres o pretendes entrar a mi grupo de Rock con tan poco conocimiento?¿Me estás tomando el pelo?
-No, de verdad quiero entrar, puedo aprender a tocarlo. En verdad deseo tocar el teclado y estar en un grupo.
-Podrías pasar por mi entrenamiento. Ahora dime ¿Cuáles son tus gustos musicales? –Me cuestionaba con tono un tanto arrogante.
-Pues, principalmente metal, tengo gustos variados en grupos. Parto desde “HIM” y todo el género de “Love Metal”, hasta “Power Metal.”
-¡¿Que grupos de “Power Metal” te gustan!? –Me preguntó emocionado y bastante interesado, ahora viéndome a los ojos.
-Pues: “Sonata Arctica”, “Angra”, “Evergrey”, “Nightwish.” ¿Qué género pretendes tocar en este grupo?
- Power mariachi, metal progresivo con toques psico-prehispánicos.
No pude evitar soltar una carcajada pero al ver que me miraba molesto comprendí que era en serio, pero no lo podía creer, los grupos que intentan mezclarle mucho de todo terminan siendo una porquería.
-Entonces, primero te veo en mi casa mañana a las doce del día, vivo en Casas Kuma de fraccionamiento Pitahayas –Demonios, pensé que era hasta el fin del mundo, Fraccionamiento Pitahayas, quería decir Fraccionamiento “La chingada” y dos cuadras más. Posteriormente me dijo –¿Estás dispuesto a dejarlo todo por la música? –Se me hizo algo bastante drástico, pero pues que más daba, ya me habían roto el corazón mil veces, ya esperanzas en el amor no me quedaban y a mi corta edad creía que no conocería el verbo amar, así que no tendría distracciones y podría dejarlo todo. Pero había un problema aun, mi carrera. Cursaba en ese momento el cuarto semestre de mi licenciatura. Amaba la pintura y el cómic con toda mi alma, ¿Estaría realmente dispuesto a abandonarlos, a dejar todo por la música?
-Estudio artes visuales, ¿hay algún problema? -Pregunté
-Tendrás que debatir entre la música y la pintura, porque este proyecto es serio y tengo planes de irnos a Europa con lo que vamos a hacer con todos los riesgos que implicaría.
-Puedo con los dos- respondí muy decidido y sólo me hizo una mueca como de que estaba muy poco convencido.
-Solo te diré algo, estas aprueba en este momento, ya estás dentro del grupo, pero si quieres permanecer debes ganarte tu lugar, yo te entrenaré para que seas un gran tecladista, pero dentro de los ensayos tú debes esforzarte y estar al margen de los demás, ser un chingón.
-Está bien, estoy dispuesto. Tengo una pregunta antes de irme. ¿Por qué eres el Gurú?
-Eso lo sabrás a su tiempo, también soy conocido como “El Honda”, pero tú por ahora no me puedes llamar así, lo harás cuando considere que hayas avanzado.
-¿Por qué estás en esta fiesta, si veo que no te aguantas aquí? –Tal vez una pregunta que no debía de haber hecho.
-Veo a todos con sus novias, divirtiéndose como una bola de babosos. Mi diversión no está en estos ambientes, yo solo estoy aquí porque el Chicarcas es mi compadre y le ayudé a montar su fiesta y le voy a ayudar a recoger terminando, de otra forma no tendría que estar sentado aquí –Me respondió algo molesto –Aunque quiero decirte que estoy apartado tal vez, pero todos en esta fiesta me respetan. Por algo soy “El Gurú.”
En ese momento me tuve sospechas de algo acerca de ese hombre, jamás había tenido una relación amorosa , tal vez no sabía lo maravilloso que era despertar al lado de una mujer. Pero solo eran pensamientos. En ese momento “El Chicarcas” llegó con un vaso de cerveza y brindamos, y probé esa sagrada espuma que te quita lo antisocial. “El Chicarcas” me había caído bien, también “El gurú”, solo que era un poco extraño pero se veía que era muy inteligente y en el fondo de esas capas de grasa amarga había una persona gentil.
Salí de la fiesta algo mareado y pensando en un probable futuro, “dejar todo por la música” ¿Acaso podrá ser? Dejarlo todo atrás sería algo duro, ¿pero que podría yo perder? Llevaba en la mano mi cuarto vaso de cerveza y lo bebí hasta el fondo para partir. ¿Estás dispuesto a dejarlo todo León?, me preguntaba a mí mismo. Me dirigí hacia la carretera para tomar un taxi hacia mi casa, mientras seguía repitiendo ese pensamiento. “Dejarlo todo por la música”.

sábado, 24 de octubre de 2009

Yanni Parte 1 Una fatal noticia


Esta historia empieza un domingo en la noche cuando acababa una gran reunión familiar, en donde toda la manada Cuevas nos habíamos reunido de diferentes estados en la casa de mi abuelo en Pachuca, y se iban a regresar en caravana de 4 coches por que tomarían un atajo que en realidad fue como un desatajo porque era un camino equivocado que llevaba hasta las afueras de Texcoco. Yo me iba a colar con alguien de los que se iban para México, y yo iba por una razón que me emocionaba, y era que traía mi boleto para ver a Yanni, el pianista griego famoso que la verdad he sido fan de él desde hace tiempo. Me iba desde ese domingo y me hospedaría en casa de mi padre que vive en Coyoacán. Así fue como dejo Pachuca subiéndome de colado en uno de los carros de la hilera Cuevas para ahí empezar lo que fue lo que llamo “La hazaña Yanni y compañía”. El primer error en este viaje fue no haber escuchado o al menos investigado de que se trataba el nuevo disco de este pianista el cual se titula “Voces”. Así que en una pintoresca escena en donde hicimos una escala prácticamente para percatarnos de que estábamos perdidos, le comento a mi primo Paquito baterista de “Las finísimas personas” (no me pregunten así se llama su grupo de jazz jaja) que iba yo al concierto de Yanni y todavía no terminaba de pronunciar la “i” con caché, cuando me dice –no mames ¿Cómo te gusta eso, que acaso vas a ir a cantar con Lucerito y José José?- Yo en ese momento no entendí la burla, no entendía que tenían que ver ese par de insípidos cantantes con el pianista, claro está que aun no sabía de la tétrica noticia que momentos después iba a conocer. En fin, Paquito siguió echándome guasa diciendo que nada más faltaba que ya fuera a ver a Paulina Rubio y no sé qué tantas cosas y pues solo opté por darle el avión y decir en mi mente lo que todos decimos cuando critican un evento al que vas con tanto entusiasmo: “Paco, chingas a tu cola” aclaro que si eres muy fresa tu pensamiento es mas sintético, es decir “Paco, fuck you”.
Llegando a casa de mi sacro santo padre a Coyoacán a dos cuadras del museo Frida Kahlo, mis tíos Chavo y mi tío Segundo frente a mi Papá me vuelven a hacer la bromita de “hay si, hay si, vas a cantar con José José, si quieres mejor te traigo un Mariachi”, y fue cuando dije EPA aquí ya hay algo que no anda bien, pero opté por también darles el avión, ustedes saben uno solo hace “AJAJAJAJA que graciosos tíos” mientras uno piensa, “este…¿ ya es tarde no?, mañana es lunes, y trabajo y escuela”. Sin embargo ahí me quedaba la espinita de porque rayos se burlan y me dicen que si Lucerito y los Zombies de Zaguayo, si voy a un concierto decente no voy a ver a Diblasio o a Cepillín. Es entonces cuando entro a casa de mi papá y tanto él como mi hermano y mi tío Alejandro, hermano de mi papá, que andaba de visita, me dan la terrible noticia que casi hace que me vaya de espaldas: En el concierto de Yanni lo acompañarán cantando mientras toca, José José, Lucerito y Cristian Castro. -Puta madre- es lo primero que dije, tal vez hasta lo grité . ¿Pues es que acaso Yanni perdió los tornillos?. En mi cabeza me trataba de explicar tan atroz acontecimiento futuro, entre mis teorías estaban que ya era grande y la edad luego te hace dar malos pasos, otra teoría era que cómo en su nuevo disco hay cantantes, en cada país pide a tres intérpretes y seguro Televisa le dio a sus engendros. Para hacer más trágico me enseñaron una pequeña muestra de lo que iba a contemplar al siguiente día, un video de un anterior concierto en Acapulco donde salen cantando cada uno de esas sanguijuelas una canción del pianista. Prácticamente echándola a perder; y el colmo de todo fue cuando vi a Cristian Castro cantando una de mis canciones favoritas : “With an Orchid”, que con voz se titulaba una mamada “Ni la fuerza del destino”, en la madre en ese momento quería ir a vomitar mis Hot Cakes que tan deliciosos estaba merendando. El estomago revuelto por ver esas blasfemias me hizo tomar una decisión, mañana vendo mi boleto afuera del Auditorio. Prefería no entrar a hacer corajes y perderle el respeto a Yanni, y así mejor que se quedara como un bonito recuerdo. Creo que el cambio de look le había afectado el cerebro. (Como ustedes saben siempre se identificó por ser greñudo y bigotón, y ahora quiso disimular que ya está viejo quitándose el mostacho y cortándose el pelo, además de vestir con playeras apretadas para lucir los bíceps, a lo que podemos llamar, la crisis de la mediana edad). Estaba tan decepcionado que me costó trabajo dormir.

Parte 2 Santorini la salvación


Al otro día me paré decidido a ir a las cuatro PM al auditorio a ver quién me compraba mi boleto, incluso estaba dispuesto a que me dieran lo que sea. Así que imagínense; ahí tienen a León en el metro Mixcoac, cargando su mochila y refunfuñando, listo para deshacerse de su entrada y regresarse inmediatamente a Pachuca limpiando su nombre y diciendo, “miren yo vendí mi boleto por mis huevos y mi dignidad”. Llegué al auditorio por fin, buscaba al comprador mientras veía los letreros del concierto, he de decir que en los anuncios no aparecían Lucerito y compañía, solo Yanni y los cuatro cantantes que lo acompañaban (Y que bueno). Aun en esos momentos seguía buscando un ¿Por qué? Si había mejores cantantes mexicanos para participar como Fernando Lima, Marcela Bovio o Rita Guerrero, hasta Juan Luís Guerra como participante latino hubiera sido mucho más decente. Para no hacérselas larga, eran las siete de la noche y nadie me quería comprar mi boleto, estaban por abrir el lugar para que ya pasara la gente. No sabía qué hacer, hasta que un ángel se me apareció y le platiqué mi asunto, entonces me hizo entrar en razón diciéndome “que pierdes con entrar” . Y pues si era mejor entrar, ya era tarde para regresarme a Pachuca, no conseguía vendedor entre tanta gente refinada y elegante que me veían con cara de niño muerto de hambre cuando trataba de venderles el boleto. Así que obedecí al ángel, que en realidad era solo un tipo que pasó por ahí.

Bien ya estaba dentro del Auditorio, ya habían registrado mi entrada, ya no había marcha atrás. Estaba enojado porque no tuve la capacidad de haber realizado mis planes, pero pues, me dije a mi mismo, “ya que, ríete de las trampas que te pone la vida”, además, pues el espectáculo era Yanni, yo había comprado boleto para Yanni, los otros parásitos valían madres a fin de cuentas.

Mientras abrían las puertas para entrar a una sala, contemplé una exposición de fotografía muy buena de personajes de la historia del cine y las series de televisión. Así que me encontré con muy buenas imágenes de Al Pachino, Janet Leigh, Marlon Brando, Charton Heston y demás personalidades de la pantalla grande. Me puse a dibujar cosas que me llamaban la atención, hasta que un policía guarro llegó a preguntarme que si tenía permiso para dibujar, que si no, guardara la libreta ¡Por dios! ya hasta para dibujar hay que pedir permiso en este país privatizado. Así que cerré mi libreta me salí de esa sala de exposi

ción y me fui a dibujar cerca de la puerta por la que debía entrar, esperando hasta que la abrieron para que entráramos, recuerdo que era la puerta 8. Y al estar dentro de la sala me sorprendí al ver que me tocaba un lugar más delante de lo esperado, yo creía que mi entradita de $350 era para estar hasta arriba, pero resultó que no se habían vendido la cantidad de entradas esperadas y nos sentaron mas enfrente para que no se vieran huecos. Así que me coloqué en el asiento que me tocaba y entablé conversación con un señor que me contó que había trabajado ahí, en el auditorio hace mucho tiempo como ingeniero en audio, yo mientras hacía como que le ponía demasiada atención cuando en realidad pensaba en otras cosas y volteaba a ver el escenario y la cantidad muy grande de instrumentos, dos tipos de percusiones y una batería, tres arpas, la sección de cuerdas, el piano de cola ,mas los seis teclados de Yanni, y muchos más. En fin después de esperar un rato se apagan las luces, la emoción se siente…Comienza un intro con música orien

tal y por las tres pantallas grandes del escenario se pasan imágenes de lugares de Asia como La muralla china, El Tibet, El Taj Mahal; mientras los músicos se van colocando al seguir de los aplausos del público. Y de repente comienza el concierto con el pie derecho, empieza a sonar una de mis canciones favoritas “Santorini” mientras en las pantallas pasaban imágenes de Delfines saltando sobre el mar. Realmente fue un muy buen inicio. En eso al escenario sale por fin Yanni recibiendo un gran manto de aplausos y corriendo hacia sus teclados para empezar a dirigir a su orquesta y su presentación.

Parte 3 Yanni y compañía

Durante el concierto el traía a sus cantantes:

Una chica de rasgos orientales llamada Chloe, realmente hermosa aunque algo bocona para mi gusto, y su voz también celestial. Sin embargo, perdió el respeto después del intermedio en la segunda parte del concierto, cuando salió bailando según que como un baile oriental y más bien parecía bailarina de table dance.

Ender Thomas todo, una exibicionista en brama, rubio, amanerado y de movimientos candentes, no se sabía exactamente si en verdad le bateaba chueco o solo era de temperamento sensible. Fuera de eso, no tenía mala voz, y pues hasta tuvo carisma para prender al público.

Leslie, una rubia ya de unos treinta y tantos años, con un porte formal sin ser farola, con una voz sublime sin necesidad de exagerar, un tono siempre a buen nivel. Aunque seré sincero, en la primera canción que salió creía que se había tomado unos whiskys por que traía un tono aguardentoso y de pronto se llegó a tambalear ligeramente, me hacía pensar “esta viene borracha”, pero después ya fue mucho más agradable su tono en canciones posteriores.

Y por ultimo, Nathan Pacheco, quien realmente tiene una voz muy respetable y demasiado genial, un cantante de ópera al que no le calculo más de treinta años, un porte elegante pero juvenil, de él no hay nada malo que hablar, se me hizo el mejor cantante de los cuatro.

Hubo interpretaciones excelentes con estos cuatro individuos como “Tribute” interpretada por Nathan Pacheco, “Desiré” interpretada por Ender Thomas, que por cierto esa le gustó demasiado al público en general, “Kill me your love”, interpretado por Chloe, “Before the night Ends” interpretada por Leslie, y “Adagio in C Menor”, interpretada por Nathan Pacheco con otro título “Amare Di Nuovo”. Pero hubo otras interpretaciones que la verdad no les queda ponerles voz, como “November Sky”, que interpretó Ender Thomas, o “Until the last moment” interpretada por Leslie y titulada además como “Mi modo eres tú” ya como canción con voz.

Ahora verán porqué dieron tanta pena los representantes Mexicanos y claro, si Televisa seguramente los puso, pues solo fue para demostrar que no están al nivel de la música de Yanni. Por ejemplo, primero salió el niño cagón de Cristian Castro luciendo su joroba y todo naco con un traje blanco, camisa rosa guayaba y una corbata también blanca de rayitas. Ese pelmazo se cree la gran cosa y salió saludando al público como si lo adoraran y la gente realmente solo aplaudió por pura cortesía, se notaba que no era del agrado de ninguno presente en la sala. Primero agradeció muy lame huevos a Yanni por haberlo invitado y después estaba a punto de decir algo de su cabello (que lo traía pintado de mírame a Güero, extremadamente gay) cuando inmediatamente Yanni comenzó a tocar y prácticamente lo cayó, eso quiere decir que es una persona muy consiente porque sabía que nadie tenía la necesidad de oír su anécdota de Cristian de cómo se hecho vómito amarillo en el pelo para verse más naco. Entonces el niñito tarado se quedó con cara “hay me callaron pero sigo siendo el rey mijos”. Comenzó a cantar y poco antes de la mitad se le olvidó la canción y comenzó a washa washear un pedazo, es entonces cuando me dije a mi mismo, las cosas caen por su propio peso, solito salió a hacer el ridículo. Y hay muchos testigos para asegurarlo, nadie le ayudó a verse mal, solito lo logró. Incluso se pudo ver la cara de Yanni sintiendo vergüenza ajena y como diciendo “para eso te saco a pasear asqueroso ser”. Y todavía el muy gay le dice –Me pones nervioso Yanni –con un tono de lame culos, tratando de justificar su equivocación que lo hizo verse como un actor nada profesional.

Lo bueno es que después de que se fue ese bodrio de Castro, siguió la canción de “Within Atraction” en puro instrumental para quitarnos el sabor amargo al público, donde hubo un duelo excelente entre los percusionistas y dos de sus violinistas.

Ahora toca el turno de criticar a la siguiente celebridad, después de deleitarnos con las voces de Leslie y de Chloe va saliendo nuestra querida Lucerito, mordiendo el reboso como toda una María y con su voz toda ranchera dijo unas palabras, supuse que quiso hablar inglés, y luego al público nos dirigió unas finísimas palabras: “no pos espero les guste ¿eh?”. Ahí uno dice: genial, una persona con clase ante todo. Cuando ella cantó, el señor con quien había yo entablado conversación, me dijo que estaba seguro de que no cantaba y era un play back. No lo dudaría ni un segundo, en primera el cuate era o decía ser ingeniero en audio y sabía reconocer ese tipo de detalles, y en segunda por que Lucerito tiene todo falso en su vida, tal vez hasta su matrimonio.

Por último tenemos al don de dones. Yanni presenta con su suave voz, “is time to present a great friend, ladies and geremans, Mr. José José.” Y de las penumbras al escenario va saliendo una criatura de movimientos torpes como una especie Iguanodonte, y con trabajos se acerca al micrófono para hablar con lo poco que le queda de voz. Lo sorprendente y hasta corrosivo para la salud mental es que la gente se paró a aplaudirle. Dije ¡Oh! por Dios que les pasa, después vi que la gente que se paró eran señoras grandes. Después comprendí que le aplaudían por su esfuerzo por poderse parar en el escenario y porque aún sigue vivo. Después el señor, con lo que le quedaba de voz, se echó un discurso de agradecimiento y dijo que nos regalaría la siguiente canción, así como Yanni se la había regalado a él. Y comenzó a cantar, o a simular que cantaba.

En fin, fuera de la gran aparición, de lo demás del concierto no hay nada que quejarse, con la canción de “Nikki Nana” se despidieron los cuatro cantantes, interpretando un momento de mucha luz y fue una buena despedida con baile y todo, lo único malo fue cuando la violinista estrella se bajó a bailar con los cantantes, eso no le quedó, ahora sí que cada quien en su papel. Está bien porque es una canción alegre, posterior a eso, comenzó lo que yo diría que fue en verdad el concierto. Cuando tocó un popurrí de tres canciones instrumentales que consistía en “Standing in Motion”, “Sweep Away” y “Desiré” . En donde se lucieron el guitarrista, el trompetista, el otro tecladista, nuevamente los violinistas y Charlie Adams, su fiel baterista que toca con él desde hace mucho tiempo.

En conclusión, todos tenemos errores pero hay personas a las que se les perdonan, como a Ozzy Osbourne que su más grande error fue haber tenido a esos dos hijos pelmazos con esa esposa tan fatal que lo obligó a participar en el reality show “Los Osbourne”, pero bueno, se le perdona por ser Ozzy. Así aquí, se le perdona por ser Yanni, solo espero un día reaccione y vea que no fue un buen resultado el experimento de meterle voces a su música, espero volverlo a encontrar en un concierto como así lo conocí, greñudo e instrumental. Su música está bien así, no necesita adornos. Si acaso si jalara más a Nathan Pacheco, él si le da un buen toque a esas melodías. Y Yanni, cuando escojas cantantes aquí en México, escoge unos de verdad y no le pidas consejos a Televisa.

Dedicado a Paquito Argumosa, El ídolo.