lunes, 16 de noviembre de 2009

RDN Capitulo 4 Un individuo singular


Entrando a la casa parecía ser otra dimensión, era un sitio con poco espacio y con muchos triques amontonados, se veía que vivían varias personas. Nos había abierto un señor regordete de bigote grueso con una playera del equipo de fut bol “Los tuzos del Pachuca” y shorts un poco sucios. Nos recibió, mientras comía una tostada con crema y con la boca llena de alimento dijo –Oscar está durmiendo en su habitación váyanlo a despertar para que le den al ensayo. “El Gurú” y Gael dejaron los instrumentos en los sillones de la sala que eran de terciopelo rojo y algo maltratados. La estancia de la sala era la primera de la casa. Estaban los sillones, una pequeña mesa de centro, una televisión y en sima una maseta y figuras de plástico de las que salen en las frituras y las galletas. La siguiente estancia era el comedor, era una mesa larga, de ahí se dirigían tres estancias, hacia enfrente la cocina, y a la derecha el patio y mas a la derecha otro pasillo que conducía a los cuartos. Nos dirigimos precisamente a ese pasillo, al fondo estaba una de las habitaciones, dentro de este había dos literas, varias montañas de ropa encimada, y justo en medio de las cuatro literas en el suelo acostado sobre un periódico había una figura con una sudadera de capucha cubriéndole la cabeza en posición fetal como un vagabundo en el quinto sueño. ¿Porque estaría dormido en un periódico habiendo dos literas desocupadas?
-No te preocupes ahorita lo despertamos, tenemos un palo oficial para hacerlo, siempre pasa lo mismo –Dijo “El Gurú” agarrando un palo de escoba en una esquina del aposento.
-¿Él es? –Le pregunté a Gael
-Es “Orgas” el bajista del grupo, en realidad se llama Oscar pero todos los Oscar del mundo están condenados a ser “Orgas”.
-¿Ah sí? ¿Quién inventó eso? –Pensando yo en que era una ley oficial del registro o algún sobre nombre ancestral como decirle Pepe a los José.
-Pues se nos ocurrió un día y ya así quedó por siempre el Orgas. –Contestó Gael con un tono despreocupado que provocaba risa.
“El Gurú” picó al individuo con el palo de escoba. -¡Orgas, levántate ya es hora de ensayar! ¡Ándale ya pinche Orgas! –La figura se levanta con un ojo pegado todavía, tenía una barba algo larga, despeinada y llena de doritos y trozos de comida. Se veía que estaba casi ahogado en una densa cruda. Se quitó la capucha de la sudadera dejando salir una cabellera china, sucia y extremadamente despeinada. –Orgas, él es León, el nuevo integrante del grupo, será el tecladista –Nos presentó “El Gurú”. Orgas me vió como si fuera un bicho raro, y de manera desganada me tendió la mano.
Los tres nos dirigimos hacia afuera del pasillo y de ahí al patio. Este era largo y al fondo había otro cuarto donde se escuchaba un baterista ensayando, el gran sitio del ensayo. Al abrir la puerta era un lugar donde las paredes estaban forradas de cajas de huevo, periódicos y algunos posters de grupos como “Los Ramones” y “AC/DC”, en la pared de fondo había un -chavo vestido de gorra, con una playera negra y una estrella roja y unas bermudas verdes y un toque estilo “Hard core”. Él estaba ya ensayando en la batería y junto a él parada una chica de cabello castaño claro, tez clara y ojos verdes. Vestida con una chamarra de cierre azul ajustada también estilo “Hard Core” y unos jeans azules rotos. Estaba recargada en la pared viendo al vacío. Al lado derecho del cuarto estaba el tecladito que reconocí inmediatamente, era con el que había entrenado.
En lo que terminábamos de entrar “El Gurú”, Orgas y yo; Gael había ido por los instrumentos que habían dejado en los sillones. –León, él es Daniel, el baterista temporal del grupo, y ella es Liz, la hermana de “Orgas” – No se parecían mucho, es lo primero que pensé.
Tardamos cinco minutos en acomodarnos antes de darnos cuenta de que no había luz. Y “Orgas! dijo –Yo me encargo –Salió del cuarto y no sé porque todos fuimos tras él como si hubiese algo instintivo, menos Daniel, quien siguió practicando. Nos dirigimos afuera de la casa y “Orgas” se subió a un poste con una vara en la mano izquierda.
-¡Con cuidado “Orgas”! –Le gritó Liz preocupada mientras ajustaba él, con un palo, un diablito en los alambres –Siempre pasa lo mismo me dijo ella
-¿Les cortaron la luz? –Le pregunté
-En realidad llevamos dos años sin luz, este diablito nos ha mantenido iluminados. Mi hermano se encarga de mantenerlo bien aprensado a la corriente eléctrica para que no nos falte la energía en el hogar. –Dios, era algo difícil de asimilar, uno que ha vivido con luz y corriente eléctrica normal en su casa sin necesidad de llegar a tales extremos. Lo extraño era que si llevaban dos años haciendo esto le preocupara a ella que su hermano el vago se subiera al poste como si fuera niño chiquito o como si fuera la primera vez que lo hacía.
En fin, posteriormente al pintoresco suceso, Gael le preguntó a “Orgas” -¿Oye carnal, tienes el disco que te encargué?
-No mames carnal créeme que se me olvidó –fue la primera vez que le oí emitir una palabra al sujeto, freí que no hablaba. Sin ser mal pensado de repente lo veía como una especie de homínido traído por una máquina del tiempo y atrapado en el presente.
-Pero carnal, te lo pedí desde hace dos semanas y hoy te hablé por tu celular y ni tus luces –Contestó Gael un tanto indignado.
-Lo que pasa es que hoy me enojé con mi celular, porque no salía un puto mensaje que quería enviar y entonces dije, “maldita porquería capitalina, nos mantienes presos entre tus teclas” y lo aventé porque pensaba que no lo necesitaba y cuando lo vi en el suelo todo desarmado me di cuenta de que si lo necesitaba –Dijo con un rostro de perrito regañado y desahuciado. –Es que putas porquerías tecnológicas, te mantienen atado a un sistema. Yo no quiero ser una marioneta del capitalismo, pero maldita sea, son demasiado necesarias.
-Bueno, ¿y a todo esto cuando me das ese disco? –preguntó Gael con pocas esperanzas.
-No mames carnal, luego en serio. –“Orgas” tenía una voz muy liviana, despreocupada y decía muchas cosas de él, se notaba que era un pensador de izquierda con muchas ideas revueltas.
Ya en el cuarto estábamos listos para ensayar y “Orgas” se quitó la playera, de pronto lo miré algo desconcertado y me dijo que siempre lo hacía en este ensayo y en el ensayo de su otra banda “La pisca”. –Tienes que vernos ensayar pinche Alfredo, “La pisca” somos la ley. –Dijo con ese tono jovial y despreocupado.
-Me llamo León, no Alfredo
-Como sea Juan
-¡León!
-Si León –Soltando una carcajada –Nunca había escuchado que alguien tuviera nombre de animal. –Ese comentario me desconcertó por lo directo y honesto, creo que él no callaba lo que pensaba. –Te iré presentando a los de mi banda León, somos una manada, una familia. De hecho Daniel, que ahora nos ayuda en la batería, toca la guitarra ahí con nosotros, él es mi hermano prácticamente.

-Oye, ¿Y que tocan? –Pregunté inmediatamente antes de que se pusiera fraternal.
-Pues no sé, es como “Rock urbano”, es como “Hard core”, no se, nosotros solo hacemos música y eso es lo que nos basta.
-Bueno, basta de charlas, tenemos que ensayar –Interrumpió “El Gurú”. No entiendo porqué la urgencia de sobre salir debe ser parte del sueño de cualquier genio artístico.
Comenzamos y obviamente todos iban coordinados, menos yo, estaba totalmente a destiempo, trataba de acoplarme pero no tenía ni idea de cómo, me sentía como extraviado. “El Gurú” que no hacía nada, parecía más bien estarnos dirigiendo. Paró a todos y me preguntó agresivamente qué que me pasaba. –No lo sé –Dije horriblemente intimidado.
-Te puse a entrenar para que llegaras preparado chingada madre ¿Que no puedes ni acoplarte al ritmo o que chingados?
-Aguanta Honda –Intervino “Orgas” en pos de defensa -es su primer ensayo cabrón, obviamente le va a costar integrarse bien, no empieces con tus gritos o lo vas a correr como a los demás integrantes que han querido pertenecer. –Vaya, no debo juzgar a las personas por su apariencia- pensé. Yo visualizándolo como un homínido salvaje mientras que él ya estaba defendiéndome sin conocerme ni juzgarme.
Posteriormente en la canción “The gods dress in green” tocaba el turno de que entrara la voz. El vocal era el mismísimo “Gurú” y comenzó soltando un grito des afinadísimo que supongo yo él pensaba que era muy armónico. Creí que hasta las ventanas se iban a romper. Comenzó a cantar, claro si a eso se le llamaba cantar, se supone que todo vocalista de grupo debía vocalizar antes para que no pasara esto.
El ensayo fue un poco tortuoso, dos horas muy densas para mí. No imaginaba tener que pasar por esto pero una voz interior me decía que no me desanimara, que debía comenzar desde abajo. “El Gurú” era muy duro y sentía que exigía mucho y aportaba poco con esa voz tan desafinada. Al salir del cuarto, tenía la cabeza gacha, estaba desconcertado, había sido un suceso mucho más difícil que los entrenamientos. “Orgas” llegó y me puso la mano en el hombro. –No te desanimes, todos empezamos así, pregúntame tan solo cómo me regañaba cuando me equivocaba o pregúntale a este cara de pito –Dijo señalando a Gael
-Si carnal, a todos nos tocó bien rudo –Me dijo Gael con su tono siempre atento y agradable.
-No importa qué tanto te regañe, mientras tú puedas progresar. –Continuó “Orgas”. Aún con los ánimos de ellos dos que con mucho afecto se les agradecía, no podía dejar de sentirme mal, cansado y hasta con el estómago revuelto. Mi primer ensayo, algo duro y un tanto frustrante.
Nos dirigimos para tomar el camión de regreso, Gael, “El Gurú” y yo. –Menos mal que aún hay luz, al momento que se oculta el sol dejan de pasar los camiones –Dijo Gael justo cuando íbamos subiendo al transporte, antes de subirme yo miré al horizonte repleto de la escasa luz del atardecer, no imaginaba cruzar caminando todo ese estrecho pantanoso en la oscuridad de la noche.

1 comentario:

  1. Profeeeee wtf las fotos de donde las saco? mi amiga dice q estan geniales y q la historia igual. Que le recuerdan a sus amigos
    AJAJAJA yo una vez estuve en una casa asi lol DDDDx o peor uu sigale prontooo

    ResponderEliminar