sábado, 30 de mayo de 2015

Rumores jurásicos

Rumores jurásicos. León Cuevas “Cuando despertó, el dinosaurio híbrido todavía estaba allí”. El pasado 20 de abril, dieron a conocer el tercer tráiler de “Jurassic World”, la esperada cuarta parte de la franquicia de Parque Jurásico. Si lo vemos nos podemos cuestionar: ¿nos están presentando un tráiler de Jurassic Park, o de Godzilla combinada con Rambo? Pues la sutileza y el suspenso de las anteriores cintas, sobre todo de la uno, son totalmente borrados y sustituidos por secuencias de balas, helicópteros, el actor Chris Pratt en motocicleta rodeado por un escuadrón de velociraptores y pterodáctilos que secuestran personas, un dinosaurio acuático devorándose a uno de esos animales alados y, como si fuera poco, un dinosaurio híbrido. En conclusión, estamos a punto de presenciar el mayor churro prehistórico en la historia del cine. No le bastaba a Hollywood sacar películas como “Carnosaurio”, debían hacer de una de las mejores trilogías, una historia bélica exagerada. La cuarta película de Jurassic Park se esperó por años, y durante un lapso que va del 2001, cuando estrenaron la tercera parte, hasta el 2014, corrían rumores y especulaciones sobre cómo sería el cuarto filme. Se hablaba de posibilidades como que hubiera una nueva historia, en la que se reunirían los personajes más destacados de las tres películas, para que así aparecieran juntos el palentólogo “Alan Graint” y el científico “Ian Malcom”, ambos protagonistas y héroes aclamados, y que además fueran acompañados por algún nuevo personaje protagónico. Se hablaba también de un virus que iba a salir de la Isla Nublar, que se transmitía de dinosaurio a humano (háganme el favor) y que afectaría al mundo entero si no se detenía. También se habló de un probable guión en el que un personaje nuevo se aventuraría solo a las ruinas del parque y encontraría el frasco que contenía el ADN de los dinosaurios que se perdió en la primera cinta, y que a partir de eso se jugaría con la genética de estos reptiles para crear monstruos y animales combinados. Desde ese momento, esa terrible idea sobre dinosaurios híbridos predominó en la red y al parecer a los guionistas, con escasa imaginación y desesperados por sacar una nueva historia, les fascinó esto.
Entonces, la trama a grandes rasgos de esta película es la siguiente. El parque de diversiones se ha reabierto veinte años después del primer incidente, con mucha mayor seguridad, y funciona tal y como lo hubiera soñado John Hamond, el creador de la idea. Pero a los inteligentísimos científicos se les ocurre crear un dinosaurio genéticamente modificado, combinación de tiranosaurio con velociraptor y hasta con genes de serpiente. Entonces la nueva atracción del parque, conocido como Indominius Rex, se les sale de control, para variar, y ahí empiezan las corretizas y los gritos. Si bien, podemos decir, “está bien, demos el beneficio de la duda a este nuevo embrollo monstruoso”, debemos ser un poco fríos a partir de ver que la calidad argumental de la saga fue decayendo gradualmente, primero con Mundo perdido, que no siguió en mucho a la novela original de Michael Crichton, y después con la tercera película que muchos espectadores no le vieron el caso, la consideraron como que estaba de más. Entonces, no se puede tener la certeza de que esta cuarta entrega sea tan valiosa y profunda como para nominarla a La Palma de Oro o al Óscar por mejor película. Pero, bueno, para quienes gusten de sangre, balas, garras y muertes, asistan a verla con todo el entusiasmo posible… después de todo, esperaron mucho tiempo por ella.

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